Despedida

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Ha muerto un gran profesor, un amigo y un compañero en la causa del pueblo. Enrique Dussel ha marcado, así como en mi, el corazón de miles de discípulos en todo el mundo. Es realmente trágico que en el mismo año hayan perecido dos grandes maestros como él y Franz. Es cierto que la vida fue bastante generosa si lo miramos en años, pero cuando lo vemos en los aportes que han hecho y, sobre todo, a quienes, entonces debemos comenzar a creer que la historia fue un poco injusta porque corta. Tengo miles de recuerdos de su pensamiento, de hecho, mi vida ha sido marcada por esta corriente de liberación auténticamente latinoamericana, es decir, auténticamente nuestra. Y como un autentico discípulo del maestro, no pude menos que bifurcarme, o intentar hacerlo, con el método de “con el maestro y más allá del maestro”.

No hay nada mas gratificante y reconfortante para el corazón que haber participado de sus clases, de haber tenido la oportunidad de compartir sus ponencias de forma presencial y hasta de haber compartido comida juntos. Una persona muy alegre porque, como decía él, es una condición necesaria serlo para ser un revolucionario. De no serlo, entonces “pobre revolucionario”.

Enrique Dussel:

Inmediatamente, al enterarme de su fallecimiento recordé la cita que hacía de Marx. No la recuerdo textualmente, pero decía algo así: Marx terminando el abitur tenía que decidir cual sería su profesión de vida. Se preguntaba “¿seré yo poeta?” y se respondía así mismo el porqué no. Lo hizo con varias profesiones hasta concluir: “seré de una profesión que haga feliz a la mayor cantidad de gente posible.”. Y siempre me acuerdo que usted remataba esa frase diciendo “porque aquellos que dedican su vida para hacer feliz al Otro, el día de sus muerte los humildes derramarán lagrimas en sus tumbas”.

Hoy más de uno derramará lagrimas en su tumba, querido compañero de la causa del pueblo. Como le dijo el viejo Franz a Juanjo cuando falleció: “hasta luego”.

Te quise como un nieto aunque nuestra relación fue distante y meramente académica, no puedo evitar sentir que se murió uno más de mi familia.

Nos vemos, compañero.

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